...caminar siempre pendiendo de un hilo tan delgado...
acaso no es esa adrenalina,
la de saberse caminando constantemente el límite,
la que nos mantiene,
la que nos llena de nombres con los cuales nombrar.
nos sentimos poderosos,
nombramos con ajenidades,
es el juego del que se siente rey sumergido en plena esclavitud.
incluso en este mismo momento tratando de darle coherencia a este apéndice que considero insignificante y hasta reemplazable.
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